Una gran parte de las empresas y de la infraestructura básica de la mayoría de los países del mundo depende de Windows. Bancos, instituciones financieras, centros escolares, hospitales y diferentes entidades y organismos públicos utilizan dicho sistema operativo, algo que totalmente normal de no ser porque, en muchos casos, estos dependen de versiones antiguas de este sistema operativo que quedaron abandonadas hace décadas.
Un interesante informe de la BBC ha vuelto a traer a la palestra esta realidad, y lo ha hecho mostrando directamente casos de organismos e instituciones que todavía dependen de versiones de Windows muy antiguas, y que por tanto ya no tienen soporte. Estas representan un grave problema a nivel de seguridad, porque tienen vulnerabilidades y fallos que no han sido parcheados, y que los convierte en un «coladero» para los cibercriminales.
Por ejemplo, un hospital de Nueva York tiene ascensores que dependen de Windows XP, un sistema operativo que dejó de recibir soporte en 2019. Este no es el caso más grave, algunos cajeros automáticos todavía dependen de Windows NT, que fue lanzado en 1993 y que quedó obsoleto hace ya mucho, mucho tiempo.
Un técnico especialista en cajeros automáticos dijo que la razón principal por la que no se ha actualizado todavía a un sistema operativo más actual es que, en resumen, los costes son demasiado altos, porque tendrían que cambiar el hardware, actualizar el software, personalizarlo y hacer frente a las exigencias de la regulación vigente.
En Europa tenemos un caso que os pondrá los pelos de punta, y es que Deutsche Bahn publicó una oferta de trabajo en la que requería que el candidato tuviera conocimientos de MS-DOS y Windows 3.11, dos «fósiles tecnológicos» que todavía se utilizan en una gran cantidad de empresas, bancos y servicios de transporte.
Podemos traer a colación lo ocurrido en el metro de San Francisco, que como os contamos en su momento todavía necesita del uso de un sistema de control basado en disquetes, una unidad de almacenamiento que data de 1982 en su versión de 3,5 pulgadas, y que originalmente tenía una capacidad de almacenamiento de solo 264 KB.
Resulta curioso que Microsoft dé tanta importancia al fin del soporte de Windows 10, que está marcado para el 14 de octubre de 2025, y que todavía tantas cosas tan importantes del mundo sigan dependiendo de auténticos dinosaurios tecnológicos. En la mayoría de los casos esto se debe al peso, y a los altos costes, que tienen los sistemas integrados y profundamente especializados, que son tremendamente complejos y caros de reemplazar.
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