Hace apenas unos años, la inteligencia artificial parecía una tecnología reservada a científicos, ingenieros y grandes corporaciones tecnológicas (y a la ciencia ficción, claro), pero hoy se ha convertido en una herramienta cotidiana para millones de personas. Desde asistentes personales hasta sistemas avanzados de generación de texto, la IA ha encontrado su camino hacia nuestros dispositivos y, con ello, a nuestras rutinas diarias, transformando la forma en que trabajamos, aprendemos y nos entretenemos.
Según los últimos datos de un estudio efectuado por GfK DAM, más de 13 millones de personas en España utilizan herramientas de inteligencia artificial, lo que representa un porcentaje significativo de la población conectada. En términos de uso, esto se traduce en 2,6 millones de usuarios diarios solo en plataformas de OpenAI, con un tiempo de uso promedio de 2 horas y 6 minutos al mes. Estas cifras reflejan cómo la IA ha dejado de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en una parte esencial de la experiencia digital para millones de personas.
Dentro de este mercado, OpenAI destaca como el líder absoluto, con 10,7 millones de usuarios únicos mensuales, muy por delante de competidores como Google Gemini (2,3 millones) y Microsoft Copilot (2,1 millones), que ocupan el segundo y tercer lugar en términos de usuarios únicos. Sin embargo, estos últimos tienen tiempos de uso significativamente más bajos, en torno a los 34 minutos mensuales, lo que sugiere que, aunque han logrado atraer a una base considerable de usuarios, estos interactúan con sus plataformas de forma mucho más esporádica que los usuarios de OpenAI.
Además de estos gigantes, otros modelos y plataformas como DeepSeek (1,3 millones de usuarios únicos), Suno (338.789 usuarios) y Claude (201.115 usuarios) también han encontrado su nicho, aunque con tiempos de uso más modestos, en torno a los 27 a 60 minutos al mes. En el extremo inferior del ranking se encuentra Midjourney, con apenas 49.988 usuarios únicos y un uso promedio de menos de 10 minutos mensuales, lo que sugiere que, aunque estas plataformas pueden tener su público, aún tienen mucho camino por recorrer para competir con los líderes del mercado.
Un aspecto interesante de estos datos es la diversidad demográfica de los usuarios de IA en España. Más de un millón de personas mayores de 55 años utilizan estas herramientas, rompiendo con el estereotipo de que la tecnología avanzada es solo para los jóvenes. Esto podría ser una señal de que la inteligencia artificial está logrando penetrar en diferentes segmentos de la población, gracias a interfaces cada vez más intuitivas y a aplicaciones prácticas que van más allá de la simple curiosidad tecnológica. Además, esta adopción intergeneracional podría tener implicaciones importantes para el futuro del mercado laboral y la forma en que las diferentes generaciones interactúan con la tecnología.
Con estos números, queda definitivamente claro que la inteligencia artificial no es una moda pasajera, sino una tecnología que se está consolidando como parte fundamental de nuestro día a día. Sin embargo, esta adopción masiva plantea desafíos importantes en términos de privacidad, sostenibilidad y uso ético, cuestiones que serán cada vez más relevantes a medida que la IA siga expandiendo su alcance y penetración en nuestras vidas. En este sentido, la democratización de la inteligencia artificial representa tanto una oportunidad como un desafío, con enormes implicaciones para la sociedad y la economía global en los próximos años.
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