Algunos medios llevan años alimentando la polémica de que las tarjetas gráficas de 8 GB están muertas. Aseguran que no sirven para jugar con garantías, que dan problemas y que solo son un intento de «exprimir» al jugador. Son comentarios muy agresivos que, en más de una ocasión, se han cargado de comentarios de odio visceral a un nivel que no es propio de profesionales de la tecnología.
Está claro que detrás de todo esto hay una interpretación que se ajusta a la narrativa que intenta vender cada una de las partes implicadas. También hay que tener en cuenta que el odio visceral hacia una empresa o marca puede generar polémicas muy lucrativas a nivel de tráfico, pero no es lo que se espera de un medio profesional, y al final puede acabar degenerando en un argumentario que os perjudicará a vosotros, los usuarios.
No voy a dar nombres, porque con este artículo no quiero señalar culpables, solo busco intentar responder a la pregunta del título, ¿realmente están muertas las tarjetas gráficas con 8 GB de memoria? ¿Es cierto que no sirven para nada? Vamos a descubrirlo en este artículo de una manera clara, simple y bien argumentada, sin fanatismos ni odios viscerales sin sentido.
Por el principio, ¿por qué existen tarjetas gráficas con 8 GB de VRAM?
Existen porque son una alternativa económica que se dirige a un perfil de usuario muy claro, y porque son consecuencia de una segmentación muy marcada dentro del mercado de las tarjetas gráficas, donde las gamas han quedado un poco más en segundo plano, y se ha adoptado una división más enfocada a diferenciar entre modelos para jugar en 1080p, 1440p y 2160p.
Las tarjetas gráficas con 8 GB de memoria gráfica suelen tener un precio de entre 280 y 325 euros, y se dirigen a usuarios que:
- Tienen un presupuesto muy ajustado, pero que quieren poder acceder a todas las nuevas tecnologías que introduce una nueva generación gráfica.
- Juegan en 1080p, y quieren disfrutar de una buena experiencia haciendo una inversión muy contenida.
- No les importa tener que hacer alguna pequeña reducción de calidad gráfica si en algún momento deciden actualizar su monitor a uno con resolución 1440p.
Este tipo de tarjetas gráficas también suelen tener unos consumos muy bajos, lo que las convierte en opciones muy recomendables para actualizar equipos que tienen fuentes de alimentación poco potentes sin tener que cambiar este componente.
Las tarjeas gráficas con 8 GB de memoria gráfica tienen un espacio claro en el mercado, y cumplen un papel muy importante al cubrir las necesidades de esos jugadores con menor presupuesto. También son todo un éxito, solo tenemos que ver que la GeForce RTX 4060 Laptop es la gráfica más utilizada en Steam, y que la GeForce RTX 4060 para escritorio es la tercera más utilizada.
Otras tarjetas gráficas con 8 GB de VRAM, como las GeForce RTX 3060 Ti, GeForce RTX 3050 y GeForce RTX 3070 también están entre las más utilizadas.
¿Es verdad que no sirven para jugar ni siquiera en 1080p?

El consumo de memoria gráfica, y la calidad de las texturas, en The Last of Us Part I para PC era ridículo, y sigue siéndolo. Por ello, no debe ser un ejemplo de nada.
No, es mentira. Con ellas se puede jugar perfectamente en 1080p con calidad máxima a cualquier juego actual. Esa es precisamente la configuración para la que han sido diseñadas las tarjetas gráficas con 8 GB de VRAM, así que cumplen con su función, y algunos modelos son capaces de ofrecer un buen rendimiento incluso en 1440p si ajustamos la calidad gráfica para no exceder el máximo de VRAM disponible.
Lo que no podemos esperar es que una tarjeta gráfica con 8 GB de memoria gráfica, que tiene un precio de poco más de 300 euros, sea capaz de mover juegos en 1440p con calidad máxima, o que sea capaz de mover juegos con garantías en 4K. Ya no es un tema de memoria gráfica, es una cuestión de potencia, precio y sentido común. ¿Es justo esperar que un producto de 325 euros rinda bien en 1440p con calidad máxima o en 4K? Creo que la pregunta se responde sola.
Aunque una tarjeta gráfica tenga 16 GB de memoria gráfica, si no tiene la potencia necesaria a nivel de GPU, esta no será capaz de ofrecer un buen rendimiento en 1440p, y mucho menos en 4K, así que seamos sensatos y no nos dejemos alienar por el tema de la memoria gráfica, porque al final no es lo único que importa en una tarjeta gráfica, algo que ya os he comentado muchas veces.
Si forzamos una tarjeta gráfica que tiene 8 GB de memoria gráfica a mover juegos en resoluciones y configuraciones que no son adecuadas para ella está claro cuál será el resultado, ¿pero es realista hacer esto, tiene algún sentido forzar este tipo de pruebas solo para sostener tu discurso de que estas tarjetas gráficas no tienen sentido?
Tampoco es realista utilizar uno o dos juegos que están rotos o mal optimizados en PC para justificar el discurso de que las tarjetas gráficas con 8 GB están muertas. Uno de los juegos que más se han utilizado en este sentido ha sido The Last of Us Part I, un juego que llegó tan roto a PC que, a pesar de ser un juego atrasado en varias generaciones, consumía una cantidad absurda de memoria gráfica mostrando unas texturas de calidad muy baja.
Veamos un ejemplo actual, DOOM The Dark Ages. Este juego está a años luz de The Last of Us Part I tanto tecnológica como gráficamente, utiliza trazado de rayos y encima tiene una amplitud de escenarios y una geometría abrumadora. Pues bien, este juego funciona en una GeForce RTX 5060 de 8 GB con calidad máxima y resolución 1080p sin problemas, y su consumo de memoria con la reserva de texturas en 2.560 es de solo 7,4 GB, utilizando DLSS 4 en modo calidad y multigeneración de fotogramas.
Con esa configuración, el juego funciona de maravilla, la fluidez es total y tenemos una calidad gráfica que supera a la que podemos encontrarnos en una consola como PS5 en este mismo juego. Esta consola utiliza resolución dinámica, cae por debajo de 1080p de forma constante cuando se producen combates, tiene una configuración de calidad gráfica muy inferior, sobre todo en trazado de rayos, y está limitada a 60 FPS que no son totalmente estables.
Conclusiones finales
Las tarjetas gráficas con 8 GB de memoria gráfica son perfectamente viables para jugar en 1080p a títulos actuales, incluidos los más exigentes. Tienen un papel muy importante en el mercado, que es democratizar el acceso a las tecnologías de última generación y acercarlas incluso a los jugadores con menos presupuesto, y pueden superar incluso a tarjetas gráficas con más memoria gráfica en títulos donde esta no sea un factor limitante.
Decir que están muertas o que no tienen sentido es tener una perspectiva muy cerrada y una visión totalmente alterada de la realidad. Si no nos gustan estas tarjetas gráficas es tan simple como no comprarlas.
Por otro lado, tenemos muchas alternativas en el mercado nuevas y de segunda mano, y tanto AMD como NVIDIA ofrecen versiones de un producto con 8 GB y de 16 GB, así que no se trata de una cuestión de favoritismos o de odio hacia una u otra marca, es ser consciente de la realidad del mercado, del posicionamiento de cada producto, y del papel que este juega.
Mi versión sería muy distinta si, por ejemplo, una tarjeta gráfica de 8 GB nos obligase a reducir el nivel de calidad gráfica global en todos los juegos de forma drástica en 1080p, cayendo a niveles altos o medios. Esto sí que sería intolerable, y en ese caso sería el primero en decir que esas configuraciones ya no tienen sentido, pero es que este no es el caso.
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